jueves, junio 23, 2011

TODO ESTA CAMBIANDO


¨Mujer, si puedes tú con Dios hablar, pregúntale si yo alguna vez te he dejado de adorar¨. Eso dice la canción y bueno es una oda a las mujeres del mundo, a todas ellas, que aunque mal paguen son el centro y fin de la mayoría de universos. Pero no de todos.

Cuando decimos o pensamos en una mujer, en realidad estamos tratando de descifrar el más intrincado de los Código Da Vinci con los ojos cerrados y con una mano atada a la espalda, estamos poniéndole un nombre genérico a ese encriptado Santo Grial que representa la sola mención de su nombre. Mujeres, lo que nos pidan podemos, si no podemos no existe y si no existe la inventamos por ustedes. Si, como no.

Cada uno de nosotros (sí, me dirijo a tí macho alfa, como yo) al escuchar la palabra mujer, imagina algo distinto, según vivamos en una gran ciudad, pequeño pueblo, tenga 24, 33 o 45, soltero, casado o en una relación difícil de explicar hasta para Facebook, dinamarqués, japonés o perucho al fin, stripper, blogger, cheff o talibán. Y así, las mujeres no son iguales, antes que después de cumplir los 30, tener o no hijos, en la comezón del séptimo año, poseer mucha plata o tener un baúl lleno de fantasías.

Pero esta no es la única clasificación de mujer (y en este grupo existen diversas edades de la misma especie) ya que, a la luz de la experiencia, y en mis casi 33, sé de buena fuente que existe una nueva clase de mujeres en la actualidad de las que nos tenemos que alejar en one. Inmediatamente. En el acto.com.

Y este texto es solo una opinión, por eso no quiero marchas, linchamiento o que le corten la cabeza al autor de la presente que ´no soy yo´ sino que estoy transcribiendo el sentir de ‘el primo de un amigo que quería decir algo y no se atrevía’. Solo los hechos, como dice Magaly Medina, luego de los cuales, cada uno de los lectores podrá sacar sus propias conclusiones.

Decía que existe, a mi entender, una nueva clase de mujeres, no son todas eso sí, conozco muchas chicas que distan de lo que describiré aquí, pero bueno a las que si me refiero están muy de moda en esta sociedad: son las que se llevan el mundo por delante, bastante jóvenes en algunos casos, al menos en comparación con nosotros, a quienes no les importar nada de nada, pertenecen a la generación SIN (sin trabajo y sin ganas de conseguir uno) y a las que nosotros, pobres ilusos, pretendemos llegar a conocer mejor o ´tener algo más que una amistad´. Craso error.

Tal vez y solo tal vez porque creemos que ´si la hacemos´ porque en nuestra experiencia conocemos a las mujeres, pero creo que nadie termina de entenderlas y mucho menos a las que bañadas en este nuevo aire de modernidad, muchas veces terminan enseñándonos que no sabemos absolutamente nada de nada.

Tal vez pensamos erróneamente que podemos captar la atención de estas mujeres, porque bajamos todas las canciones que están de moda a nuestro Ipod aún si el Remix de Enrique Iglesias es una recatafila de aullidos techno (si reina, si sabemos lo que es un Ipod ya no usamos Walkman), vamos a las discotecas de moda, aunque Trujillo solo tenga una y el portero de los viernes, piense (y nunca nos lo diga) que vamos a recoger a nuestras hijas de cortos vestidos que empinan el codo hasta morir y hasta estemos pensando en hacernos un piercing en la ceja, porque quizá se vería ´cool´ ante ellas. No lo hagas.

Supongo que mis padres, y los de muchos, nunca entendieron como nosotros en la adolescencia, saltábamos en un pie escuchando a todo volumen y saltando en el sofá, en último CD de Metallica o ACDC con nuestro polo negro mal impreso y el cabello extremadamente largo sin peinar, pogueado con el aire o nuestro amigo imaginario, cómo podíamos escuchar a esos locos que azotaban las guitarras en el escenario y gritaban a voz en cuello frases en ingles que a nuestros ‘viejos’ les parecía chino mandarín a la ene potencia. Es la moda, habremos pensando más de una vez a modo de respuesta. Y si, era lo que estaba de la moda.

Y esa apertura de lo ‘nuevo’ y lo ‘de moda’ le hace creer al tipo ejemplo de nuestra historia (que no soy yo, obviamente) que puede tener un romance con una chica de esta nueva ‘generación’ o con una divorciada sexy eternamente hippie, o con la amiga de tu hermana que no veías hace años y que ahora se ha convertido en modelo de lencería para un catálogo internacional, pero le sigues pareciendo ‘lindo’ aunque tú no le pidas su número o correo. Otro error, tonto.

Ellas no son las mismas de antes y nosotros tampoco y a pesar que tú sabes todo lo que ocurre alrededor y eres una persona medianamente interesante nunca pero nunca te enamores de este nuevo tipo de chicas, fácilmente detectable por lo siguiente: Toma nota.

Cuando un hombre ‘de antes’ se enamoraba y confesaba a su Dulcinea ‘Te quiero mucho’ le estaba comunicando a su pareja que si ella necesitaba que él le done un riñón, él ya está corriendo la maratón a la clínica más cercana, como Forest Gump o como mi amigo Rodrigo cuando contesta su teléfono; mientras que ahora si la chica le contesta ‘Y yo te amo’ le esta información que seguirá siendo su novia, media naranja o naranja y media, siempre y cuando a él no le moleste que ella se vaya sola de vacaciones o a bailar con sus amigos, caso contrario lo dejara inmediatamente y adiós amor.

Entonces ¡no te ama! le indicará ese amigo que nunca falta para gritar las verdades que nadie quiere oír, pero que vive una relación de mentira (que tampoco quiere ver). Pero se equivoca, ella si ama, pero ama como las mujeres de esta generación aman. Aman a su modo y no hay nada más que hacer, aman tanto su libertad que no están dispuestas a compartirlas contigo amigo, si contigo tampoco.

Pero ésta mal llamada libertad no lo es tanto ya que la libertad absoluta no existe, lo que creo que existe es la libertad de escoger lo que uno quiere en ese momento y a partir de allí comprometerse con esa decisión. Pero pedir compromiso a estas alturas es pedir un imposible.

Y es que esta vida es tan extraña a veces: La vida es muy avara para los sentimientos, la gente pasa días, meses y hasta años sin sentir nada nuevo. Sin embargo una vez que se abre la puerta adecuada, una avalancha entra por este espacio abierto y si en un momento decías no sentir nada en tu corazón, al momento siguiente tienes más de lo que puedes aceptar.

La vida es muy corta o demasiada larga para que uno pueda permitirse el lujo de vivirla mal. Pero hacerle entender eso a alguien más terco que tú o que nunca admitirá que se ha equivocado es sumamente difícil. Imposible. Lo que los quedados como yo olvidamos, es que en estos últimos años se ha dado un fenómeno denominado la ‘Era del Vacio’ (gracias Gilles Lipovetsky) para las nuevas chicas, para nuestras futuras ex novias, para todas ellas.

Atrás ha quedado el amor, el respeto y la convicción por una relación verdadera, creo que ya no existe nada de ello, porque el amor tiende a ser un sentimiento infinito que caduca muy rápido, casi como una oferta en el Mall más cercano o un 2x1 en la cafetería de tu elección. Y es que el amor no está en el otro, está dentro de nosotros mismos, nosotros lo despertamos, pero para que despierte necesitamos del otro. El universo solo tiene sentido cuando tenemos con quien compartir nuestras emociones, pero cuando esa persona no es sincera y te miente todo el tiempo, es tiempo perdido. Ya no es tu tiempo, no es tu culpa tampoco pero ya no es más lo que fue. Ya no.

Aprendí que si se quiere vivir de verdad, hay que empezar cada día pensando en algo porque estar agradecido. Es un inicio. Si quieres tener amigos, debes ser amigable, si quieres que te recuerden, acuérdate del resto, y lo más difícil, si quieres que te amen, ama. Tan simple como eso.

Esta nueva era, no es sino el exceso de individualismo al infinito y más allá, ya que la mujer de hoy (insisto, no todas) ha aprendido a manejar su existencia a la carta, con nuevas actitudes que son fácilmente identificables: apatía, indiferencia, deserción, el principio de seducción sustituyendo al principio de convicción y una nueva organización de su personalidad: narcisismo extremo.

En síntesis, yo, yo y yo. Y después si me conviene, tú. Si la realidad es está, mejor no nos enamoramos ¿no? Solo vivamos la vida sin dañar a nadie, sin falsas esperanzas, sin engaños a fututo, sin reunir corazones en una jarra de cristal, como piedras encontradas a orillas del mar; mejor déjalas para que otra persona las tome, si no eres tú la adecuada. Podemos escoger entre ser víctimas de este mundo cruel o aventureros en búsqueda de un tesoro, todo será cuestión de cómo veas la vida.

No existen segundas oportunidades, es mejor aceptar los regalos que el mundo nos ofrece hoy, porque la vida es hoy, como dice la canción, yo no sé mañana y si nos dedicamos a planificar un futuro que aun no llega, tal vez estemos descuidando el presente que está aquí, frente a nuestros ojos, en nuestro corazón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Porque siempre me dejas sin comentarios.... t quiero mucho

Anónimo dijo...

Me encanto verte en tributo ese dia amigo, me encanto. Sigues con una sonrisota arrolladora, lastima que te vi bien acompañado. Ni modo. Bueno pase por tu blog, me dijiste que te haga el comentario respectivo y lo hare.. me encanto... sigue escribiendo Sergio Cueto.... tqm .. creo que si sabes quien soy y si no bueno te mandare un correo al face para que veas que no soy otra sino yo, la misma de siempre jajaja.. seeya!