Hace buen tiempo deje de creer en el destino. En esa invisible línea que divide nuestras decisiones de lo establecido por obra y gracia de una mano enorme en el cielo. Creo que cada uno escoge su camino y que el destino lo haces tú con las decisiones que tomas tú y solamente tú. Y es que, a pesar de tener a diario en los medios a mucha gente que ‘ve’ el futuro, líneas 0-800 monse que indican lo que nos depara mañana o pasado mañana y novelas que hablan de ‘profetas’, este vinculo con lo aun ajeno me tiene sin cuidado.
Pero los lectores de cartas (pagares y protestos) y las brujitas\gitanas de la Plaza de Armas, al costadito de la pileta de colores, no tienen de que preocuparse porque hay publico para sus ofertas. Los principales diarios recogen sus avisos al lado de la colegiala de 18, rosadita con trato de pareja y los chamanes del norte, sur y centro. Pero en asuntos del corazón, al menos en la actualidad, creo que he perdido (un poco) la fe en aquello con lo que trabaja Cupido, como bien dice una vieja canción de Bon Jovi –y que es el soundtrack que me acompaña en este relato.
¿Cómo hacer para que un descorazonado vuelva a creer? ¿Porque todos los consejos empiezan con: amigo, ella no era para ti, o que no era mi alma gemela? ¿Alma gemela? ¿Eso existe o es solo el argumento de una película de John Cusack antes de dedicarse a las películas de suspenso? A pesar que la vorágine de la vida en algún momento nos coloca en situaciones en las que la palabra ‘destino’ esta tatuada definitivamente allí, no tengo a ciencia cierta ‘something to believe in’. Pero si creo en las almas gemelas. Definitivamente.
En algún libro encontré que la unión que existe con nuestra llamada alma gemela es imperceptible. Entonces ¿Como saber si era ella, si la vida es una rueda y va girando y nadie sabe cuando tiene que saltar, si no soy Alejandro Sanz? Eso solo lo sabes en tu interior y eso es suficiente para seguir adelante. No existe un modo científico de probar su existencia, no tenemos como saber conscientemente si alguien alrededor es LA persona. Puede estar en HI5, Facebook, Twitter, ElComercio o en un lugar distante o distinto, en mi cuadra o en otro planeta. ¿Y si fuera ella?
Pero los lectores de cartas (pagares y protestos) y las brujitas\gitanas de la Plaza de Armas, al costadito de la pileta de colores, no tienen de que preocuparse porque hay publico para sus ofertas. Los principales diarios recogen sus avisos al lado de la colegiala de 18, rosadita con trato de pareja y los chamanes del norte, sur y centro. Pero en asuntos del corazón, al menos en la actualidad, creo que he perdido (un poco) la fe en aquello con lo que trabaja Cupido, como bien dice una vieja canción de Bon Jovi –y que es el soundtrack que me acompaña en este relato.
¿Cómo hacer para que un descorazonado vuelva a creer? ¿Porque todos los consejos empiezan con: amigo, ella no era para ti, o que no era mi alma gemela? ¿Alma gemela? ¿Eso existe o es solo el argumento de una película de John Cusack antes de dedicarse a las películas de suspenso? A pesar que la vorágine de la vida en algún momento nos coloca en situaciones en las que la palabra ‘destino’ esta tatuada definitivamente allí, no tengo a ciencia cierta ‘something to believe in’. Pero si creo en las almas gemelas. Definitivamente.
En algún libro encontré que la unión que existe con nuestra llamada alma gemela es imperceptible. Entonces ¿Como saber si era ella, si la vida es una rueda y va girando y nadie sabe cuando tiene que saltar, si no soy Alejandro Sanz? Eso solo lo sabes en tu interior y eso es suficiente para seguir adelante. No existe un modo científico de probar su existencia, no tenemos como saber conscientemente si alguien alrededor es LA persona. Puede estar en HI5, Facebook, Twitter, ElComercio o en un lugar distante o distinto, en mi cuadra o en otro planeta. ¿Y si fuera ella?
Puede ser que esté esperando por la pelirroja del 3er piso, la extraña de pelo largo que me guiño el ojo en la cola del teléfono o alguien que aun no conozco (y no me animo a conocer).
Creo que a veces nos saturamos de sueños y creemos que el amor simplemente aparece. Y no es así, nosotros seguimos caminando con alguien o sin el a nuestro lado. A pesar que nuestra alma se encarruje de tristeza, el amor o su falta no tienen lógica. Nos sentimos tristes o alegres pero no podemos estar buscado soulmate como quien pone un aviso en el periódico. Creo que todo viene solo y por su cuenta, a la velocidad necesaria y sin que medie el bendito ‘destino’ con su gran etiqueta salvadora.
Al menos es lo que creo en este momento. Pero se que algo muy particular siempre esta presente es nuestra decisiones importantes. Esa energía o cosquilleo al que algunos llaman destino, yo prefiero no darle un nombre pero se muy bien que esta allí. Conmigo.
Existen casos que el encuentro con ese "alguien" especial activa en nosotros actitudes que en otros casos no se manifiesta, alguna vez te has preguntado ¿Por que hice esto? Tal vez tú no reconozcas a tu alma gemela, pero ella si (de existir). Y eso es lo mas importante, lo bacán del asunto. Que no te des cuenta y sin embargo confíes en ti mismo. A pesar de los miles de tropiezos que todos tenemos, debemos seguir corriendo el riesgo, de levantarse y seguir cayendo (¿una canción mas?)
Creo que, de existir, estamos unidos a nuestra alma gemela desde el inicio de los tiempos (y no creo que sea una idea cursi), y en cada reencarnación evolucionamos juntos, y podemos encontrarnos continuamente –muchas veces nos parece conocer a alguien desde siempre y sin embargo lo acabamos de conocer como un dejavú- pero no siempre nos reconocemos, podemos convivir juntos y no percatarnos de nada. A pesar de sentir atracción uno con el otro, la separación puede ser inevitable en algunos casos, esto es por una razón sencilla: Nos falta evolucionar.
Es necesario que crezcamos con otras relaciones y no hagamos oídos sordos a conocer (o estar junto) a alguien más. No debemos cerrarnos al primer tropiezo. Siempre se puede empezar otra vez. Para lo cual, necesitamos de otras relaciones personales –sin malinterpretar el consejo- debemos vivir experiencias diferentes. Tal vez algunas más fuertes, otras imperceptibles pero experiencias al fin que se van acumulando en la carpeta\file de nuestra vida. Ese fólder imaginario que todos llevamos a cuestas y que a medida que añadimos hojas en él, se hace mas fuerte. Más consistente. Más maduro.
Cuando una persona alcanza ese estadío emocional llamado madurez; su carga de amor será tan grande que decidirá dar la mayor prueba de amor que es posible: permanecerá voluntariamente en este mundo de sufrimiento y angustia a la espera de su alma gemela termine su evolución y de que ambas puedan ascender juntas. Cuando sea el tiempo de estar juntas. Asi, el reencuentro y el reconocimiento de las almas gemelas se dará tarde o temprano. No hay manera de saber cuando ni donde, puede ser que ya se conozcan y que sueñen con alguien especial, pero las cosas se dan simplemente
Aprovechando los recursos que nos ofrece la tecnología se puede hacer más fácil este primer paso: ya que, por ejemplo, a través de una conversación a distancia en un modulo de Internet, se rompen las limitantes de la distancia, además de que resulta más fácil conocer a una persona y ubicamos (de ser sincera esta comunicación) en su Ser, su esencia, dejando el físico en segundo plano.
Por otra parte, el hecho de no tener a la persona enfrente, nos hace abrirnos más y hablar de nosotros mismos, de nuestras inquietudes y nuestra esencia, pero siempre y cuando seamos sinceros desde el primer respiro. No vale inventarse un perfil cargado de hechos que no son los nuestros porque si empezamos así terminaremos engañándonos a nosotros mismos. ¿Estoy hablando de amor nuevamente?
Entonces ¿Como saber que el Amor –esta vez- es genuino? Cuando la persona no procura moldear a la otra según la imagen que tiene en mente, sino que la acepta como ella es, procurando ayudarla a alcanzar una personalidad mejor, más elevada. En este caso, el amor se da de manera desinteresada, no esperamos nada a cambio. El amor verdadero se basa en la fe y no en el temor, no tiene registro de errores ni lleva un archivo de heridas, el amor verdadero es el primer paso para la reconciliación.
El amor verdadero es justo, y no se limita al plano físico, esta unión alcanza al nivel espiritual y mental también, volviéndose más rico, intenso y duradero. Y así, el amor de almas gemelas es inagotable, no disminuye a medida que avanza la relación, aumenta cada día más. No existe nada mas, ni divisiones, desuniones o desilusiones.
Como dije al inicio de este articulo, hace buen tiempo dejé de creer en el destino. Hasta hoy. Porque si un sentimiento es verdadero no se puede contar en horas, días o años. Cuando eso ocurre, ese sentimiento se transforma y se hace eterno. Porque la distancia no es el fin y siempre hay alguien nuevo que nos enseña el camino, que nos toma de la mano y nos permite acompañarlo, para siempre. Porque siempre terminamos (o termino) hablando de amor es que me permito expresar mi humilde opinión sobre las almas gemelas, sobre los sentimientos y sobre la vida misma. ¿Si encontré la mía? Solo ella lo sabe.
Existen casos que el encuentro con ese "alguien" especial activa en nosotros actitudes que en otros casos no se manifiesta, alguna vez te has preguntado ¿Por que hice esto? Tal vez tú no reconozcas a tu alma gemela, pero ella si (de existir). Y eso es lo mas importante, lo bacán del asunto. Que no te des cuenta y sin embargo confíes en ti mismo. A pesar de los miles de tropiezos que todos tenemos, debemos seguir corriendo el riesgo, de levantarse y seguir cayendo (¿una canción mas?)
Creo que, de existir, estamos unidos a nuestra alma gemela desde el inicio de los tiempos (y no creo que sea una idea cursi), y en cada reencarnación evolucionamos juntos, y podemos encontrarnos continuamente –muchas veces nos parece conocer a alguien desde siempre y sin embargo lo acabamos de conocer como un dejavú- pero no siempre nos reconocemos, podemos convivir juntos y no percatarnos de nada. A pesar de sentir atracción uno con el otro, la separación puede ser inevitable en algunos casos, esto es por una razón sencilla: Nos falta evolucionar.
Es necesario que crezcamos con otras relaciones y no hagamos oídos sordos a conocer (o estar junto) a alguien más. No debemos cerrarnos al primer tropiezo. Siempre se puede empezar otra vez. Para lo cual, necesitamos de otras relaciones personales –sin malinterpretar el consejo- debemos vivir experiencias diferentes. Tal vez algunas más fuertes, otras imperceptibles pero experiencias al fin que se van acumulando en la carpeta\file de nuestra vida. Ese fólder imaginario que todos llevamos a cuestas y que a medida que añadimos hojas en él, se hace mas fuerte. Más consistente. Más maduro.
Cuando una persona alcanza ese estadío emocional llamado madurez; su carga de amor será tan grande que decidirá dar la mayor prueba de amor que es posible: permanecerá voluntariamente en este mundo de sufrimiento y angustia a la espera de su alma gemela termine su evolución y de que ambas puedan ascender juntas. Cuando sea el tiempo de estar juntas. Asi, el reencuentro y el reconocimiento de las almas gemelas se dará tarde o temprano. No hay manera de saber cuando ni donde, puede ser que ya se conozcan y que sueñen con alguien especial, pero las cosas se dan simplemente
Aprovechando los recursos que nos ofrece la tecnología se puede hacer más fácil este primer paso: ya que, por ejemplo, a través de una conversación a distancia en un modulo de Internet, se rompen las limitantes de la distancia, además de que resulta más fácil conocer a una persona y ubicamos (de ser sincera esta comunicación) en su Ser, su esencia, dejando el físico en segundo plano.
Por otra parte, el hecho de no tener a la persona enfrente, nos hace abrirnos más y hablar de nosotros mismos, de nuestras inquietudes y nuestra esencia, pero siempre y cuando seamos sinceros desde el primer respiro. No vale inventarse un perfil cargado de hechos que no son los nuestros porque si empezamos así terminaremos engañándonos a nosotros mismos. ¿Estoy hablando de amor nuevamente?
Entonces ¿Como saber que el Amor –esta vez- es genuino? Cuando la persona no procura moldear a la otra según la imagen que tiene en mente, sino que la acepta como ella es, procurando ayudarla a alcanzar una personalidad mejor, más elevada. En este caso, el amor se da de manera desinteresada, no esperamos nada a cambio. El amor verdadero se basa en la fe y no en el temor, no tiene registro de errores ni lleva un archivo de heridas, el amor verdadero es el primer paso para la reconciliación.
El amor verdadero es justo, y no se limita al plano físico, esta unión alcanza al nivel espiritual y mental también, volviéndose más rico, intenso y duradero. Y así, el amor de almas gemelas es inagotable, no disminuye a medida que avanza la relación, aumenta cada día más. No existe nada mas, ni divisiones, desuniones o desilusiones.
Como dije al inicio de este articulo, hace buen tiempo dejé de creer en el destino. Hasta hoy. Porque si un sentimiento es verdadero no se puede contar en horas, días o años. Cuando eso ocurre, ese sentimiento se transforma y se hace eterno. Porque la distancia no es el fin y siempre hay alguien nuevo que nos enseña el camino, que nos toma de la mano y nos permite acompañarlo, para siempre. Porque siempre terminamos (o termino) hablando de amor es que me permito expresar mi humilde opinión sobre las almas gemelas, sobre los sentimientos y sobre la vida misma. ¿Si encontré la mía? Solo ella lo sabe.
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1 comentarios:
no existe, esa es mi conclución...Laura Carolina!
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