NAVIDAD, NAVI (DAR)

Navidad, Navidad. Tiempo de cantos, misa y panetón. Tiempo de reflexionar, de comprar juguetes, de buscar regalos. Tiempo de llamadas de larga distancia, tarjetas virtuales y abrazos en las calles. También es un tiempo para contar bendiciones, para recordar viejas promesas, y echar un vistazo a los días que se fueron. Creo que es precisamente en este punto, en el que se renuevan todos nuestros sueños olvidados, todos los ¨te quiero¨ pendientes.

¿Cuántos dedos hemos cruzado? ¿cuánto hemos deseado fuertemente? … Todo este tiempo, alimentando nuestra fe. ¿Cuántos deseos nuestros se volvieron realidad, y se cruzaron con nosotros, así, sin anestesia? Tenemos que agradecerle mucho a la vida. A esa vida increíblemente extraña que nos empieza a hablar de milagros desde muy temprano: es una maravilla, el despertarse optimista y confiado, todo el día es un gran obsequio que se nos regala junto a una mañana de cielo soleado, puntualmente, tras cada cortina. Tras cada día de lluvia que tenemos.

Todos los días, vemos rostros largamente conocidos, sonrisas con nuevos brillos; escondidos entre cada oportunidad de volver a empezar, o simplemente de continuar con algo más, que nos hace escapar de la terquedad y la rutina. Y es hoy, precisamente para estas fechas, cuando las ansias se juntan y los deseos se multiplican, y parece ser que el cariño de siempre ya no nos alcanza. Finalmente hacemos un balance importante y personal entre sonrisas, y noches pensativas, balance que muchas veces se equilibra, para nuestro bien.

Después de todo, y profundamente convencido de esta frase; sé firmemente y con conocimiento de causa, que ninguna espera fue o es en vano, no existen despedidas que no aguarden pacientemente un retorno, no existe un final que no de cabida a nuevos comienzos, no existe tampoco, un adiós que no traiga consigo alguna bienvenida.

Esta navidad espero regalarme un futuro distinto, espero confiado un millón de sonrisas sin cajas, sin moños ni papeles especiales. Confío y espero que esta navidad sea distinta a las anteriores. Creo que siempre ocurre este deseo en mi y en muchas personas en todo el mundo. Imagino que el día de hoy, veré algunas sonrisas enamoradas, otras confundidas, unas impacientes, y quién sabe hasta dubitativas, puede que también un poco más sabias. Pero sonrisas, al fin y al cabo, sonrisas.

Y mis dedos continuarán cruzados, y seguiré deseando fuertemente que el día de hoy sea mejor que el anterior. Seguiré cruzando los dedos, porque mis deseos ya se están cumpliendo. Al menos los deseos que ya daba por perdidos en la inmensidad del tiempo. Esos deseos guardados en alguna caja o desván, pero que volvieron a mi en la forma de un beso o una caricia. En la forma de una mirada nueva. De una mirada distinta. Espero y ruego que no se agoten esos cielos soleados, esas noches de lluvia, ese brillo de magia. Deseo firmemente que esta noche se convierta en azul, en una noche pensativa y para pensar, como la que una vez, una increíble persona me regaló años atrás. Feliz Navidad y un Nuevo Año lleno de sueños renovados y promesas casi cumplidas.

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