martes, febrero 20, 2007

SMELLS LIKE KURT SPIRIT


"Echo de menos la comodidad de estar triste". Frances Farmer Will Have Her Revenge on Seattle, 1993-

Podemos decir sin temor a equivocarnos, que el líder de Nirvana sigue presente en la escena musical, sobre todo un día como hoy, 20 de febrero, para los fanáticos de siempre, el líder de Nirvana veía la luz del mundo que nunca lo entendió, si podemos catalogar de singular el hecho de haber logrado todo y luego de ello, renunciar a aquello con una muerte sin esclarecerse del todo para los escépticos; y la atracción que aún ejerce en miles de jóvenes y no tan jóvenes no solo aquí sino en el mundo entero.

“No creo que llegue a los treinta, comento Cobain antes de su muerte. El ángel comenzó a caer: maniaco depresivo desde su infancia, antisocial, adicto a las drogas y con una enfermedad desconocida en él estomago, riñas con su esposa, demasiado famoso y lleno de un vacío que lo llevo a intentar suicidarse con una mezcla de champaña y Roipnol en marzo de 1994, en Roma, durante lo que seria su última gira.

El espíritu de la destrucción se había apoderado de él desde hacia ya mucho tiempo. Quizá los suicidios de sus bisabuelos y su tío lo habían marcado, sumado a una infancia infeliz. Esta idea oscura y de sublime egoísmo siempre domino su existencia, haciendo su premonición en la canción “I hate myself and I want to die” de su álbum In Utero.

La policía pudo establecer que tres días antes del hallazgo, el creador de Smells like teen spirits, todo un símbolo para la generación que paso y para las venideras, introdujo el cañón de un arma en su boca, jaló el gatillo y ¡bang!. Junto al cadáver, en estado de putrefacción inicial, había una carta en la que Kurt explicaba las razones para decir adiós por siempre.

Pero quien era Kurt Cobain? Esta pregunta puede resultar risible aun ahora, pero para los que desconocen al mito o simplemente deseen recordar los inicios de la leyenda, aquí algunos datos de referencia: Kurt Donald Cobain nació el 20 de febrero de 1967 en Hoquiam, un pequeño poblado del estado de Washington. Sus primeros años de vida transcurrieron en Aberdeen, un pueblo carente de cualquier gracia.

Su infancia fue feliz hasta los 8 años, cuando sus padres se divorciaron, suceso que lo afectó profundamente. El interés por la música llegó a su vida vía Led Zeppelin, Kiss y otras bandas. Renunció a la escuela en 1985 y dos años más tarde estaba formando su primera banda con su amigo Kris Novoselic en el bajo.

El disco de apertura se llama Bleach, que graban con un presupuesto paupérrimo de 606 dólares. El sello independiente Sub Pop edita la mitica producción. Con el disco bajo el brazo, el grupo se lanza a una gira nacional que luego se extiende a Inglaterra.

En 1991 el trío ya está bien integrado tras la llegada del baterista Dave Grohl (hoy frontman de los Foo Fighters) y firma un contrato con un sello grande, Geffen Records, para grabar Nevermind, piedra angular de lo que se denominaría movimiento grunge. Su siguiente producción fue Incesticide, una colección de antigüedades, y después siguió In Utero. Luego en 1994 aparece el álbum MTV Unplugged y luego un album póstumo en vivo además de los miles de discos piratas que circulan de conciertos y desenchufados.

Regresando a ese fatídico 8 de abril, al músico-cantante quien fuera en los noventa icono de culto existencial, se le encontró irreconocible: Su rostro de niño infeliz estaba destruido y sus lacios y rubios cabellos estaban entintados de sangre para siempre, su mente ávida de reclamos y de letras poderosamente crueles y su cuerpo -delgado, frágil e inflado de heroína- en el suelo.

¨Simplemente no es justo para ustedes ni para mí", escribió refiriéndose a la escasa emoción que le producían los conciertos, la efervescencia del público, la atención de los medios. "El peor crimen en el que puedo pensar sería estafar a la gente fingiendo que me divierto al 100 por ciento".

¿Quién podría buscar la muerte en plena cumbre de su carrera, a donde llegó tras luchar varios años?, ¿quién desea morir justo cuando los millones de dólares fluyen hacia él?, ¿quién prefiere huir al más allá en lugar de gozar la experiencia única de ver crecer a una hija? Tal vez la respuesta esta en nosotros, en nuestras vidas ya que no estamos tan alejados de ello. De buscar una salida rápida y fácil al agobio diario, tal vez sea mejor enfrentar esos retos sin buscar culpables, y dejar a los que se han ido. Dejarlos partir…

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