¨No nos crean¨ podría resumir en una frase lo que esperamos los periodistas de nuestros lectores. No nos crean del todo e investiguen para complemente la frase y no pensar que es un monólogo de Melcochita. Seamos contreras y no receptores de lo primero que pasa por nuestros ojos como en las épocas donde la prensa amarilla nos había convertido en monosilábicos entes que responden a un si, moviendo la cabeza; como autómatas de una mala película de sábado por la noche.
El periodismo, estoy convencido, es un termómetro que determina nuestro estado de ánimo: sino, de que conversamos hoy en el desayuno mientras pasamos la Manty? De nuestra prensa de cada día, del programa periodístico de la noche y del rebote que tendrán algunos destapes dominicales el lunes por la mañana. Parafraseando un programa fenecido, la Resaca Dominical, para algunos personajes cuyas vidas son la comidilla de la prensa. Sin ir muy lejos, nuestra ultima campaña política fue asquerosamente racista: que el candidato de los pobres, que la defensora de los ricos, que el cholo, que el blanco, que la pituca, es decir vimos lo peor de nuestro ser (lo que pudo ser la delicia de cualquier sicoanalista) reflejado en una campaña donde el miedo y el que insulta mas fuerte gana, eran la nota singular en los comicios manchados ya de por si con ese aire a ¨votemos por el menos malo, por el mal menor¨
Guillermo Giacosa, en un conversatorio relámpago la semana que pasó, contó una anécdota que refleja, de cierto modo, el poder de la prensa: Había un samurai muy disciplinado que tenia un hijo que era todo lo contrario a él (un Judas), por ellos decide llevarlo con un hombre muy sabio - si, de esos que viven en una montaña altísima cerca al Fuji - para que le diga que hacer para remediar su comportamiento o como se dice en buen criollo ¨como enderezarlo¨. El hombre sabio le dice que le dé media hora con el descarriado, que luego de esa platica se va a calmar del todo, entonces el samurai le increpa que si él siendo su papá no pudo con su hijo toda la vida, como dice que podrá hacerlo entrar en razón en unos pocos minutos. El sabio entonces comienza a insultarlo de la peor manera, le dice hasta de lo que se va a morir su mama, hasta el punto que el ofendido desenfunda su espada buscando limpiar su honor manchado. El sabio lo detiene al estilo Matriz y le dice: Si yo en unos minutos he podido hacer que tu tengas una ira irrefrenable al punto que has sacado tu arma, porque no podría yo entonces convencer a tu hijo en media ahora? He allí señores, el inmenso poder de la palabra.
Pero ese mismo poder de la palabra muchas veces (y no debe ser así pero ocurre) se mezcla con el poder político, con el corrompedor de todo en este mundo: el dinero. Si, el vil verde metal que nos hace (no a todos obviamente) pensar que no es tan malo después de todo recibir una colaboración y hasta analizamos lo mal pagados que estamos, pero el periodismo no es un trozo de carne que se venda en el Mercado Central o el Mayorista.
Aún así, en nuestros días no es un rumor que el periodista que no se mueve por plata es un idiota. Pues seremos algunos idiotas los que seguiremos escribiendo por amor al arte y esa inexplicable pasión que el dinero no puede comprar: la libertad de decir lo que sentimos verdaderamente. Lo que sucede es que como todos los mortales somos susceptibles a caer en las tentaciones mundanas (ya estoy sonando como un Evangelio) pero es nuestro deber el informar y el suyo querido lector el no creernos del todo.
Parece confuso? Es verdad pero si el deber del periodista es informar porque entonces el lector debe dudar? Simplemente porque no debe quedarse con una sola información sino aprovechar que tenemos gran acceso a fuentes informativas y empaparse (cuidado con los resfriados) de ambos lados de la historia, no creer que porque lo dice CNN es Santa Palabra. No. Si nosotros decimos A le pego a B, buscar que dijo e hizo A, que hizo B y confrontar todos los datos como si estuviéramos haciendo un trabajo de investigación para la Universidad o como si emuláramos a Sherlock Holmes. Investigar también es una tarea de los lectores hoy en día.
Estamos en democracia y la democracia es participación de todos nosotros como una comunidad. Es una de las reglas de la democracia y nosotros, conocedores de las reglas de juego en democracia debemos estar alerta y sabes discernir sobre que asunto ha sido bien tratado y en que otros los intereses de los que mas tienen han impuesto sus propias normas. Por ejemplo si una gran compañía de cigarrillos compra el Comercio y nos dicen de pronto que fumar no es tan dañino para la salud a dos pagina full color, le creeríamos por ser El Comercio? Creo que la respuesta es más que evidente.
Este dato es bastante interesante y he de reconocer que me sorprendió, según Giacosa, nosotros tenemos 4 tipos de conciencia y no solo aquella que aparece en nuestro hombro cuando obramos de una manera non santa: la conciencia ecológica (es decir debemos pensar que tenemos 1 solo planeta y que si se acaba no vuelve a crecer ni se pega con Uhu Stick), la conciencia antropológica, para terminar con esa farsa denominada ¨que buena raza¨ es decir, que es eso? Razas. Pero si todos – por si no lo sabemos- pertenecemos a una sola gran raza: la raza humana, así que nada de hacer ascos a Isaura o al Chino de la esquina porque es igual que nosotros, una conciencia social que nos dictamina y nos hace cómplices del amor hacia nuestros hermanos y no el odio como niños de jardín que se pelean por quien tiene mas estrellas que el otro en la frente (y de tener más, el otro pagará las consecuencias) y finalmente la conciencia espiritual (muchos no van a misa, yo lo sé, pero queda en ellos) que no es sino el amor por ese ser superior (no, no es el casero de tu edificio) que todo lo ve y que todo nos lo da pero que recordamos en Navidad (si es que no estamos pensando en los regalos y el panetón).
Si aprendemos a conjugar el verbo compartir seremos mejores personas, si aprendemos a elegir y no caer en el juego de ¨lo que yo digo es ley y punto¨ podemos empezar a creer que estamos cambiando las cosas. Si dejamos de pensar que la realidad es lo que nos ofrecen los medios y empezamos a buscar en nuestro día a día un poco de esa realidad y comparamos si se parece en algo a lo ofrecido por los medios estaremos creciendo un poco más como personas, como entes racionales que sabemos distinguir lo bueno de lo malo, lo fraudulento y lo maquillado de lo verdadero, lo concreto de lo maquillado y lo exagerado de lo demás. Si el periodismo es lo que yo digo, entonces denme la contra. Díganme que no – con argumentos – y haremos de este mundo (in)civilizado uno mucho mejor para vivir.
El periodismo, estoy convencido, es un termómetro que determina nuestro estado de ánimo: sino, de que conversamos hoy en el desayuno mientras pasamos la Manty? De nuestra prensa de cada día, del programa periodístico de la noche y del rebote que tendrán algunos destapes dominicales el lunes por la mañana. Parafraseando un programa fenecido, la Resaca Dominical, para algunos personajes cuyas vidas son la comidilla de la prensa. Sin ir muy lejos, nuestra ultima campaña política fue asquerosamente racista: que el candidato de los pobres, que la defensora de los ricos, que el cholo, que el blanco, que la pituca, es decir vimos lo peor de nuestro ser (lo que pudo ser la delicia de cualquier sicoanalista) reflejado en una campaña donde el miedo y el que insulta mas fuerte gana, eran la nota singular en los comicios manchados ya de por si con ese aire a ¨votemos por el menos malo, por el mal menor¨
Guillermo Giacosa, en un conversatorio relámpago la semana que pasó, contó una anécdota que refleja, de cierto modo, el poder de la prensa: Había un samurai muy disciplinado que tenia un hijo que era todo lo contrario a él (un Judas), por ellos decide llevarlo con un hombre muy sabio - si, de esos que viven en una montaña altísima cerca al Fuji - para que le diga que hacer para remediar su comportamiento o como se dice en buen criollo ¨como enderezarlo¨. El hombre sabio le dice que le dé media hora con el descarriado, que luego de esa platica se va a calmar del todo, entonces el samurai le increpa que si él siendo su papá no pudo con su hijo toda la vida, como dice que podrá hacerlo entrar en razón en unos pocos minutos. El sabio entonces comienza a insultarlo de la peor manera, le dice hasta de lo que se va a morir su mama, hasta el punto que el ofendido desenfunda su espada buscando limpiar su honor manchado. El sabio lo detiene al estilo Matriz y le dice: Si yo en unos minutos he podido hacer que tu tengas una ira irrefrenable al punto que has sacado tu arma, porque no podría yo entonces convencer a tu hijo en media ahora? He allí señores, el inmenso poder de la palabra.
Pero ese mismo poder de la palabra muchas veces (y no debe ser así pero ocurre) se mezcla con el poder político, con el corrompedor de todo en este mundo: el dinero. Si, el vil verde metal que nos hace (no a todos obviamente) pensar que no es tan malo después de todo recibir una colaboración y hasta analizamos lo mal pagados que estamos, pero el periodismo no es un trozo de carne que se venda en el Mercado Central o el Mayorista.
Aún así, en nuestros días no es un rumor que el periodista que no se mueve por plata es un idiota. Pues seremos algunos idiotas los que seguiremos escribiendo por amor al arte y esa inexplicable pasión que el dinero no puede comprar: la libertad de decir lo que sentimos verdaderamente. Lo que sucede es que como todos los mortales somos susceptibles a caer en las tentaciones mundanas (ya estoy sonando como un Evangelio) pero es nuestro deber el informar y el suyo querido lector el no creernos del todo.
Parece confuso? Es verdad pero si el deber del periodista es informar porque entonces el lector debe dudar? Simplemente porque no debe quedarse con una sola información sino aprovechar que tenemos gran acceso a fuentes informativas y empaparse (cuidado con los resfriados) de ambos lados de la historia, no creer que porque lo dice CNN es Santa Palabra. No. Si nosotros decimos A le pego a B, buscar que dijo e hizo A, que hizo B y confrontar todos los datos como si estuviéramos haciendo un trabajo de investigación para la Universidad o como si emuláramos a Sherlock Holmes. Investigar también es una tarea de los lectores hoy en día.
Estamos en democracia y la democracia es participación de todos nosotros como una comunidad. Es una de las reglas de la democracia y nosotros, conocedores de las reglas de juego en democracia debemos estar alerta y sabes discernir sobre que asunto ha sido bien tratado y en que otros los intereses de los que mas tienen han impuesto sus propias normas. Por ejemplo si una gran compañía de cigarrillos compra el Comercio y nos dicen de pronto que fumar no es tan dañino para la salud a dos pagina full color, le creeríamos por ser El Comercio? Creo que la respuesta es más que evidente.
Este dato es bastante interesante y he de reconocer que me sorprendió, según Giacosa, nosotros tenemos 4 tipos de conciencia y no solo aquella que aparece en nuestro hombro cuando obramos de una manera non santa: la conciencia ecológica (es decir debemos pensar que tenemos 1 solo planeta y que si se acaba no vuelve a crecer ni se pega con Uhu Stick), la conciencia antropológica, para terminar con esa farsa denominada ¨que buena raza¨ es decir, que es eso? Razas. Pero si todos – por si no lo sabemos- pertenecemos a una sola gran raza: la raza humana, así que nada de hacer ascos a Isaura o al Chino de la esquina porque es igual que nosotros, una conciencia social que nos dictamina y nos hace cómplices del amor hacia nuestros hermanos y no el odio como niños de jardín que se pelean por quien tiene mas estrellas que el otro en la frente (y de tener más, el otro pagará las consecuencias) y finalmente la conciencia espiritual (muchos no van a misa, yo lo sé, pero queda en ellos) que no es sino el amor por ese ser superior (no, no es el casero de tu edificio) que todo lo ve y que todo nos lo da pero que recordamos en Navidad (si es que no estamos pensando en los regalos y el panetón).
Si aprendemos a conjugar el verbo compartir seremos mejores personas, si aprendemos a elegir y no caer en el juego de ¨lo que yo digo es ley y punto¨ podemos empezar a creer que estamos cambiando las cosas. Si dejamos de pensar que la realidad es lo que nos ofrecen los medios y empezamos a buscar en nuestro día a día un poco de esa realidad y comparamos si se parece en algo a lo ofrecido por los medios estaremos creciendo un poco más como personas, como entes racionales que sabemos distinguir lo bueno de lo malo, lo fraudulento y lo maquillado de lo verdadero, lo concreto de lo maquillado y lo exagerado de lo demás. Si el periodismo es lo que yo digo, entonces denme la contra. Díganme que no – con argumentos – y haremos de este mundo (in)civilizado uno mucho mejor para vivir.
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2 comentarios:
Hola SERGIO ,sabes con todo esto q escribes siempre me has sorprendido,ya no se q pensar eres poeta , periodista,psicoloko,phylosofo,loko,enamorado sin causa,rebelde,o enamorado soñador tal vez,no se debe haber algo en ti q no logro visualizar,(falta de luz),q hay dentro de ti ?...a veces cuando leo tus ¿articulos???? o como los llamas...me deprimen ,me hacen suspirar,me ponen sad,sufro,hoy con esto ultimo q acabo de leer "A la primera persona" y al ver ese anillo solito me hiciste llorarrr maldito!...mmhhhh no se q o kien te hace escribir todas esas cosas...terminaste con tu novia,te dejo en el muelle de San Blassss o ke? o "LE PASO A UN AMIGO TUYO " cierto q cuestiones del amor es muy dificil comprender, son muy complicadas por eso particularmente me protejo siempre de enamorarme por completo,trato de no hacerlo,digamos q ordeno a mi corazoncito no hacerlo para evitar el dolor del final de una relacion..bueno ..estas cosas son asi confusas y recomplicadas; deberias escribir un libro gigante,y otro dandole una nota mas alegre,mas optimista, SORRY si te lastima leer esto pero es lo q pienso en este momento ...loq pasa es q con eSTO ULTIMO Q LEI ya me llegaste altamente (llore maldito!)mmm bueno no tan ALTAMENTE verdad! porq bajita no soy tampoco jeje...bueno es mi comentario del dia...y tbn continuará.....*si te molesta este comentario dimelo normal eh!bye.
uy me olvide el comentario es DE LUCY...BYE DENUEVO....
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